Cassius
Clay lo llamaba mi padre, nunca Ali. Yo tenía alrededor de 10 años cuando vimos juntos en la tele sus últimas y
míticas peleas de los 70's. Mi viejo boxeó de joven y cuando veíamos a
Clay “bailar” me explicaba sus movimientos, su estrategia de pelea y
porque era “el más grande”. Amén de que me enseñaba a pelear también.
Algo que para esa generación de limeños era obligatorio, casi como saber nadar o
montar bicicleta. La verdad no aprendí mucho y felizmente tampoco tuve
la necesidad de “mecharme” alguna vez. He ganado mis batallas
con la razón y nunca con la fuerza.
Otro que disfrutamos viendo pelear, pero en la pantalla grande, fue al actor Bud Spencer y a su inseparable dupla, el colorado Terence Hill. Estelarizaron “Juntos son dinamita” y tantas otras comedias más. Nos escapábamos a algún cine de Breña o Magdalena en el horario de matinee, solo los dos sin alguno de mis otros hermanos. Yo andaba por los 14 o 15 años ya.
Spencer, Clay y Cato Salinas, nos dejaron este 2016. Puedo decir que mi viejo, el 7 de junio, se fue bien escoltado. No solo por algunos de sus ídolos sino también por varios otros que marcaron su época. Imposible dejar de mencionar a Fidel, que no era santo de su devoción, y claro, estaba muy lejos de ser un santo, pero que indudablemente deja una huella en la historia.
Otro que disfrutamos viendo pelear, pero en la pantalla grande, fue al actor Bud Spencer y a su inseparable dupla, el colorado Terence Hill. Estelarizaron “Juntos son dinamita” y tantas otras comedias más. Nos escapábamos a algún cine de Breña o Magdalena en el horario de matinee, solo los dos sin alguno de mis otros hermanos. Yo andaba por los 14 o 15 años ya.
Spencer, Clay y Cato Salinas, nos dejaron este 2016. Puedo decir que mi viejo, el 7 de junio, se fue bien escoltado. No solo por algunos de sus ídolos sino también por varios otros que marcaron su época. Imposible dejar de mencionar a Fidel, que no era santo de su devoción, y claro, estaba muy lejos de ser un santo, pero que indudablemente deja una huella en la historia.
Mi
viejo nunca fue de escuchar música pero sí de bailar. En pareja, de a dos como se debe, con la mano en el talle de la fémina, pero ¡ojo! en contacto directo solo la cara posterior del dedo pulgar y la palma al aire. Era un caballero sí, pero un conquistador nato a la vez. Un romántico como toda su generación, así que
vaciló varias canciones de Juan Gabriel, sobre todo las rancheras. Aunque Cato era hombre de esquina, de carretera y de mar, “un
machazo” como solía bromear (en serio), sentía mucho respeto por el
gran artista mejicano.
Este
2016 se ha llevado a varios ilustres más, muchos que han marcado “mi época” también. Que
despertaron en mí la admiración por el arte del fútbol, la música y las letras, entre líneas el cine: Johann Cruyff, David Bowie, Prince, Umberto Eco, Rodolfo Hinostroza y Oswaldo Reynoso. Adiós.
Carlos Salinas Jaramillo
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