viernes, 4 de noviembre de 2016

Santander desde las antípodas


Blanca: colores del Perú que iluminan Seattle

Carlos Salinas Jaramillo entrevista a Blanca Santander
(Setiembre 2016)
 
      Ser uno de los personajes de un lienzo donde apareces retratado como un niño de 4 años no es cosa de todos los días, además junto a los 6 amigos de la patota. Hablo de un retrato grupal armonioso y de colores intensos. Podría ser una ilustración de un cuento para infantes. Así nos veía ella, Blanca Santander, como niños de colores, aunque ya éramos unos veinteañeros todos. Durante dos años habitamos una “casa-barco” en Jesús María. Estábamos a 3 cuadras de las memorables salchipapas del Tambo de la avenida Arequipa y un paso más del cine Roma y sus últimos estrenos decentes. En 1990 la pintora, el poeta, el estudiante de la “Santoto” (hoy diseñador gráfico de polendas), el arquitecto y los 3 diseñadores de Taller Cuatro transformamos esa casa familiar clasemediera en una “Factory” creativa donde se producía de todo: diseño, publicidad, ilustración, pintura, fotografía, también había música y poesía, la que se escribe, la que se vive: “con sangre / con lluvia / rocío / con semen / con vino” recita Benedetti.
¿Por qué elegiste Seattle?
En realidad iba para New York pero el destino me trajo aquí.

¿Y cómo fue al principio?
Llegué el '96. Estaba como perdida, no sabía el idioma, no tenía dinero para mis materiales así que decidí trabajar en lo que sea. Mi vida no ha sido nada fácil, en Lima trabajé desde que estudiaba en la universidad y lo hice para pagar mis estudios. Así que la tenía clara. Aquí para poder ahorrar trabajé en un restaurant y fue muy duro. 2 años fueron suficientes para mi cerebro y lo dejé. Decidí meterme en lo mío, salió una exposición aquí y allá. Y pues si estás concentrado y te enfocas en lo que amas las cosas se van dando.
¿Cuál fue tu primera exposición en USA?
Fue en Le Roy Gallery en Ballard, en 1997. Luego en el '98 en la universidad de Washington me invitaron a una colectiva y para mi sorpresa expuse con uno de mis profesores de grabado de la Católica.
Ya que mencionas tu alma mater. ¿A cuáles profesores recuerdas más de la facultad de arte?
Tuve la suerte de tener como maestro al fundador de la escuela: Adolfo Winternitz, artista de origen austríaco, un gran pintor y vitralista, un artista de una sabiduría extraordinaria. Sus enseñanzas las conservo y aplico en mi trabajo todos los días. Como no mencionar a Julia Navarrete, una de las grandes maestras de la PUCP y una de las más reconocidas pintoras peruanas, dueña de muchas de mis pesadillas... igual le estoy totalmente agradecida por su exigencia y disciplina. También está Alejo Alayza con su maravillosa luz y color, inevitable no sonreir al ver su obra, la paz que te regala no se explica con palabras. Para terminar está mi maestro de grabado, el gran Agapito que me enseñó tantas técnicas y me jaló las orejas también por hacer travesuras a la hora de clases. Tantos otros, la lista es larga y agradezco haber conocido a todos ellos. Artistas que me regalaron algo de su locura.
¿Y qué otros artistas peruanos podrías mencionar como tus ídolos inspiradores? Sean pintores, escritores o poetas.
Julio Ramón Ribeyro es el primero que me viene a la cabeza. Lo conocí en casa de Juan Pastorelli, acuarelista amigo a quien quiero mucho. Ribeyro fue mi ídolo desde chica, conocerle fue surreal, era como estar en uno de sus cuentos porque además yo no le era indiferente, hablábamos con la mirada mientras él se despedía de todos sin dejar de mirarme ni por un segundo hasta alejarse. Otra ocasión en la que nos reunimos los amigos terminé tomando cerveza y conversando con él en La Noche de Barranco. Ni recuerdo hasta qué hora de la madrugada, solo sentía que rozaba su pierna con la mía debajo de la mesa y hablaba de cualquier tema como si nada pasara. Mi enamorado de entonces quería desaparecerlo porque yo estaba fascinada con el escritor y su cerebro. Otro grande con el que trabajé y admiro mucho fue el actor y director teatral Alberto Isola.
En Lima no solamente hacías ilustraciones ¿verdad?.
Siempre he trabajado en arte, como sea, ilustrando, haciendo vestuario para teatro. Lo que sea pero siempre conectado a la creación. Mis amigas de la Católica me decían que no entendían como hacía para vivir sola sin un sueldo. Trabajé con editoriales, ONGs y algunas empresas. Me vine para este lado del mundo porque me cansé de vivir con sobresaltos. No sé si supiste que casi me matan los terrucos en la selva. Eran los noventas pues.

      Blanca le enseña la técnica de la acuarela a una amiga argentina, ella trabaja para sus clientes, una ONG allí en Pucallpa. Qué mejor lugar que la polícroma abundancia de la selva peruana para aprender esta técnica. Estaban más allá de Yarina, al borde de un río, plasmando en el papel ese pedazito de amazonía, envueltas por la música de la inconmensurable flora y fauna de la montaña. No vale pausa allí. Cada hora que avanzaba les regalaba una nueva luz, un nuevo paisaje, una nueva melodía. Llegaron hasta allí, muy lejos de Pucallpa, en la moto de la clienta. Se hizo tarde. Eran como las 5 y media y los mosquitos empezaron a joder... Blanca le dijo a la amiga que era momento de partir. Guardó sus pinceles en la mochila y, de pronto, mientras sacudía con suavidad el papel que faltaba secar, la selva se calló. Pausa. – ¡Arriba las manos! - sentenció una voz que venía de la parte alta de la loma. Blanca levantó la mirada y la pesadilla empezó. Estaban en zona roja.

En una entrevista de la TV cuentas que cuando empezabas, en una clase, un niño eligió pintarte con el color marrón...
Es que no es fácil ser latino. El niño era el hijo de una vecina de mi hermana. Cuando llegué a USA lo cuidaba y ganaba algo de dinero. Y bueno, la tía Blanqui lo cuidaba enseñándole a pintar y meditar.
Sorprende la simpleza y, a la vez, complejidad con la que los niños ven el mundo ¿no?
Sí pero en verdad para un niño americano los latinos somos marrones. Los indios son rojos, los asiáticos amarillos, los afrodescendientes negros. Todos tenemos nuestro color.
¿Y sientes que solo pintas para los latinos o lo haces para ti?
Yo pinto para expresarme y para el que me quiera leer. Me estoy abriendo paso en el mercado americano. No es fácil como latina pero ahí estoy abriendo puertas. Soy la única latina que ha ganado dos subvenciones de proyectos para la ciudad, las demás artistas son gringas.
¿Te refieres a “Park your thoughts”, verdad?
Sí, “Park your thoughts” y “Park in the heart”
Park in the heart”, ¡qué buen nombre!
¡Ja ja! Gracias. Sí, bueno... ambos se dieron en el mismo parque, el Ballard Commons. Con PITH aprovechamos la temporada de verano y dimos clases de arte a niños todos los sábados durante 10 semanas. Montamos unas carpas y cada sábado era una aventura diferente porque los grupos de niñas y niños siempre variaban, la mayoría al menos porque siempre hay “sus caseritos”.
¿Te encanta chambear con niños, verdad?
¡Ja ja! Después de las clases podía llegar a casa físicamente agotada pero a nivel creativo absolutamente “excited”, como dicen los gringos.

      Eran tres hombres armados. Senderistas. Aquí vas a quedar le advertía a Blanca el más avezado poniendo el fusil contra su estómago. Estaba petrificada. Pasaron tres horas infinitas mientras que ellos indagaban quiénes eran este par de “hippies”, qué hacían allí, pero siempre amedrentándolas. Ya había oscurecido, los mosquitos las habían masacrado pero eso ya no importaba. Por la cabeza de Blanca pasó toda su vida como una película, su familia entera, sus sobrinos inclusive. Trató de recuperar el aliento, se sobrepuso finalmente y empezó a hablar. Calculaba cada palabra y frase que soltaba enfocada en convencerlos que eran unas simples turistas y que no trabajaban para ninguna institución oficial. Los terrucos no imaginaban que ella tenía en su mochila una cámara fotográfica y varios lentes, además de dosmil dólares que acababa de cobrar de la ONG. Pero la amiga comenzó a alterarlos, se negaba a entregarles la llave de la moto. -¡Cállate y dales la llave, mierda!- Gritó Blanca desde el fondo de su alma, asustando a la amiga y sorprendiendo a sus captores. Entre sollozos la amiga les entregó la llave que escondía. Los terroristas se treparon a “su botín” y se fueron. Blanca esperó que desaparezca totalmente el sonido de la moto alejándose en la espesura de la noche. Respiró aliviada y se dejó caer sin parar de temblar.

¿Y qué tal con “Park your thoughts”?
Era una instalación temporal de 3 meses. Consisitía en una gran caja en medio del parque donde podías pegar palabras armando frases, pensamientos o poemas si querías. Las palabras en bloques de madera venían con velcro para adherirse a esta gran caja negra que construí. No solo palabras en inglés sinó también en otros idiomas como el sueco, el danés.
Ah ya ¿mucha inmigración de los países nórdicos por la zona?
En particular en Ballard se establecieron a fines del siglo XIX muchos escandinavos en busca de oportunidades de trabajo en la pesca. Así integré la historia de Ballard: el idioma de los descendientes de escandinavos que todavía residen allí, con los nuevos inmigrantes y por supuesto el idioma oficial. Funcionó a la perfección. Inclusión es la palabra para este proyecto.
Entonces “Park your thoughts” no era solo para niños.
No, no, era para cualquiera. Lo loco es que en ese parque y en muchas partes en Seattle hay muchos indigentes que uno pensaría hubieran malogrado o vandalizado mi trabajo pero todo lo contrario, hasta se me acercaban y me decían “que dios te bendiga”. El último día se nos acercó un constructor que trabajaba en una obra frente al parque y nos contó que muchísima gente iba a jugar con las palabras cada día. La respuesta fue 100% positiva. Creo que la gente respeta más cuando siente que el proyecto es también de ellos.
¡Lo adoptan! diría yo.
Sí pues. El interactuar con el objeto y además poder expresarte por medio de éste lo hace hasta trascendente. Nadie se resistía a “escribir” sus ideas. Desde los indigentes que te dije hasta unas californianas pitucas que pasaron por allí, en bikini todavía ¡ja ja!. Esa experiencia en la calle es de pe-eme porque no sabes qué va a pasar y cómo va a recibir la gente tu trabajo. El día que me tocó desarmar el proyecto, el par de horas que estuve allí, se me acercaron docenas de personas agradeciéndome y expresando su tristeza porque el proyecto llegaba a su fin. Ellos hubieran querido que sea algo permanente.
Vi la palabra pokemon por ahí...
Mientras elaboraba este proyecto surgió este fenómeno de Pikachú y toda su gente, entonces me dije ¿por qué no?. A ver cómo reaccionan todos y sí, a algunos les gustaba y otros pronunciaban su desacuerdo. Igual no di opción a poner algo negativo, todas las palabras que seleccioné fueron positivas y me dio los resultados que esperaba.
Tengo entendido no es poco dinero el que destinan los municipios para proyectos que son tan beneficiosos para la comunidad.
Es un huevo de plata. Y me la dan porque tengo la experiencia que me respalda para asumir esta clase de proyectos. Tengo 20 años aquí y me he construído una reputación.
¿Podríamos decir que Laura Castellanos, Tatiana Garmendia y Blanca Santander son las artistas latinas más conocidas en el noroeste de USA hoy?
Podemos decir que sí.

Es la primera semana de diciembre del 2014, Blanca Santander tiembla, un poco por el frío del noroeste americano pero también porque está nerviosa. Se acaba de develar el bello mural de San Vicente de Paul en la fachada de la misma Sociedad SVP. Recibe los aplausos de los vecinos de la comunidad de Kent (Washington) sonriendo como una niña traviesa y rodeada de varios adolescentes, su hijo Nicholas entre ellos. Esta obra concebida por la artista peruana se llevó a cabo contando con la participación de estos estudiantes de escuelas de la zona y algunos voluntarios del Centro Redu. Todos celebran sintiéndose cómplices de Blanca. El fresco muestra al personaje con los brazos abiertos tendiendo puentes a las comunidades menos favorecidas. - No hay fronteras para la caridad- Reflexiona ella. Así pues, la artista plasma aquí no solamente su interpretación sobre la obra del santo sinó también su propio sentir sobre la vida, su alta sensibilidad por “los otros”, quienes para ella no son ajenos ni extraños: los latinos emprendedores, las mujeres coraje y los niños de todos los colores.




www.blancasantander.com
www.latino-visions.com
Blanca Santander Studio
https://www.flickr.com/photos/blancasantander/





3 comentarios:

  1. Excelente reportaje! Excelente trayectoria Blanca !!!mil felicitaciones, y ojalá podamos ver tu obra por lima.

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  2. Gracias Cecilia!! Nos aunamos a tu pregunta ¿Cuándo podremos ver la obra de Blanca Santander en Lima?

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  3. Gracias por la pregunta. Justamente voy a Perú después de 13 años de no regresar y voy para hacer una serie de fotografías para un proyecto que estoy desarrollando. Me encanta la idea de exponer allá, he recibido algunas propuestas, esta vez que vaya voy a ver las opciones que se ajustan mas con mi trabajo. Gracias nuevamente!

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